Hexástilo y períptero, en el interior dos hileras de columnas dividen la cella en tres naves. En altura presenta dos pisos. El superior está apoyado en columnas más pequeñas.
El color fue muy importante en la decoración de todos estos templos: los capiteles estaban pintados de rojo, mientras que triglifos y metopas alternaban los tonos azules y rojos.
La decoración se completa con una abundante presencia de obras escultóricas, concentradas en lugares como el frontón oriental.
Casi un siglo más tarde que el orden dórico aparece, en la costa asiática el orden jónico.
En planta apenas se distinguen entre sí, pero sí acusan esas diferencias en el desarrollo de la columna.
El orden jónico tiene basa, que se compone de finas molduras convexas: baquetones; cóncavas: escocias; y, en lo más alto, una gruesa moldura convexa, llamada toro.
El fuste, más estilizado que el dórico, no tiene aristas vivas.
Por encima, el capitel presenta dos volutas que flanquean una decoración de ovas y astrágalos.
El arquitrabe está dividido en tres partes, mientras que el friso es continuo y se suele decorar con escenas artísticas.
Como por ejemplo el de Heraion de Olimpia.
Es un templo períptero y hexástilo. Su interior está dividido en pronaos, naos y opistodomo; además, cada extremo presenta dos columnas in antis.
En la naos, fragmentada en pequeños espacios, había también columnas, que, por su carácter sagrado, acompañaban a la estatua de la divinidad.
En este caso, el templo albergaba el Hermes de Praxíteles, una de las pocas obras que conocemos en su versión original y no como copia posterior.
Se trata de piezas de bronce instaladas en la calle Larios y la plaza de la Marina que llegan a alcanzar un peso de seis toneladas, como en el caso de "La Dama" -inspirada en la Dama de Elche. Por otro lado también están unas muy parecidas a las Meninas de Velázquez.
Valdés se basa en la Historia del Arte y los recrea en su obra, bucea en el archivo de su memoria personal y colectiva y observa lo que le rodea hasta que alguna imagen se instala permanentemente en su cabeza y la hace.
El propio Valdés se considera "un artista de repertorio, porque se apropia de elementos y los estudia desde distintos puntos de vista".
Estas esculturas se alejan a la tradición monumental, al ser mas deformes y es por una parte mas original y tienen más estilo, son abstractas.
En casi todas las esculturas podemos apreciar las grandes cabezas y como exagera algunas de las esculturas en total esta exposición son de 17 esculturas.